Analfabetismo digital
De la charla “Cine indígena: una mirada desde adentro” de la UPV me gustaría destacar uno de los temas mencionados por el técnico de sonido Xanti Salvador: el analfabetismo digital.
Hasta hace poco un analfabeto era considerado aquel que no dominaba el lenguaje escrito, es decir, al que no sabe leer ni escribir. Sin embargo, con el advenimiento y la invasión de las nuevas tecnologías, la información y la comunicación no sólo se producen a través del lenguaje escrito, sino que conocer el lenguaje audiovisual y otras formas de representación multimedia se vuelve esencial. Saber leer no da la posibilidad de acceder más que a una parte de las informaciones existentes, por lo que el significado del término se ha ampliado hasta llegar a hablar también de analfabetismo digital. Una persona que desconoce cómo utilizar las tecnologías digitales no puede acceder al gran abanico de datos que hay en ellas.
En este sentido, al igual que hay una gran brecha entre las personas alfabetizadas y las analfabetas, es considerable el abismo creado entre aquellos que pueden acceder a las nuevas tecnologías y los que no, lo que acentúa su situación de marginación y exclusión. La cineasta venezolana Yanilú Ojeda explicó en el ciclo de Cine indígena cómo se ocupan de acercar el cine a las comunidades indígenas venezolanas para evitar esta situación y conseguir, por un lado hacer conocer la realidad de estos grupos al resto del mundo y, por otro, facilitar el uso de este instrumento no sólo como medio de comunicación o herramienta cultural, sino también como arma.
Gracias al acercamiento de los medios de comunicación, proporcionan a los pueblos indígenas la posibilidad de dar a conocer sus culturas, sus valores, sus tradiciones y una forma de preservarlas. Sin embargo, este tema genera controversia ya que lo que algunos consideran como forma de disminuir las brechas sociales y forma de presentar su modo de vida al resto del mundo, otros temen la posibilidad de que sea una forma de perder la cultura originaria e identidad de estos grupos. Ofrecer a todas las sociedades el acceso a las nuevas tecnologías supone que acabaría por desaparecer la mirada del mundo no contaminada por la globalización y el resto de culturas, pero esto no puede ser un motivo para negar el derecho de acceso a las facilidades y progresos tecnológicos.
